Please use this identifier to cite or link to this item: http://hdl.handle.net/20.500.14076/27376
Title: Visión futura de la costa peruana: estudio de la región de Chincha
Authors: Montalva Rios, Carlos
Sanchez Concha, Raul Hanza
Keywords: Visión futura;Costa peruana
Issue Date: 1961
Publisher: Universidad Nacional de Ingeniería
Abstract: El valle de Chincha es un oasis mediano, que parece un trozo de Egipto desarticulado, verdadera isla, rodeada por el mar y los yermos y en que las frecuentes brumas roban por largos meses la alegría del sol, pero la fresca templanza del clima los hace mucho menos enervantes. El nombre de la provincia ha sufrido una metamorfosis. En el tiempo de los quechuas fue Chimka-Chay, época aquella en que la cultura tenía por núcleo nuestra jurisdicción, la cual se encontraba en todo su auge. Más tarde llegó, a convertirse en Chinchay. Al arribar los españoles a la jurisdicción llamada por aquel entonces Warosanko, hoy San Juan o valle de Chincha, era costumbre preguntar a los naturales por la región que conquistaban y por corrupción idiomática la castellanizaron llamándola simplemente "CHINCHA'" La palabra CHINCHAY en quechua quiere decir "Jaguar que vuelve" cuyo nombre asociado con el de Camac que significa creador, hacedor, era la deidad protectora de los naturales, Influenciada la región por los españoles, los indígenas se afincaron en la parte baja que la llamaban Hurin Chinchay, que quiere decir Chincha Baja. La región se reputaba con el nombre de Lurinchincha; por haber abundante agua y ser benigna para la agricultura, esta zona fue despojada de loe naturales plebeyos, quedándose la nobleza. Los naturales plebeyos vinieron a albergar la parte alta de la provincia, ámbitos por entonces yermos, ocupados por innumerables tuñuses y otros vegetales, afincándose en estos parajes, desarrollaron su género de vida. Con el devenir del tiempo se ven innumerables canales surtidores de agua, haciéndoles adaptables a la agricultura. Se constituyó así un villorio de chozas diseminadas sobre un manto de toñuses. Fabricaban sus casas de carrizo, material que abundaba a orillas de las acequias, algunas enlucidas con barro al estilo rústico, sin formar calles ni tener forma urbanística, También escogieron un lugar donde sepultar sus difuntos. Llegaron más tarde los predicadores de la fe católica y se establecieron en un sector donado por el cacique chinchalteño Tacsha-Yacu; erigieron una capilla y en la entrada le pusieron un madero como símbolo de la fe cristiana en la región. Cada cierto tiempo los frailes visitaban y celebraban misa en la región con el fin de ganar adeptos. Por el año 1571 el virrey Toledo envió al licenciado Álvaro Ponce de León para verificar la posesión tanto de españoles como de los naturales. Fue así como se dividió, por entonces la región de Chincha en dos secciones, la villa de Santiago Almagro para los españoles, tierras con abundante agua y adaptables a la agricultura; y la parte alta o Henan Chinchay para los naturales, terrenos yermos y carentes de agua. Esta zona se llamó más tarde "PUEBLO ALTO DE SANTO DOMINGO EL REAL DE LOS INDIOS. Fue esta región en el tiempo de la colonia un verdadero límite que, mediante la capitulación de Toledo, otorgaba a Pizarro como límite sur de sus dominios los ámbitos de Chincha, sujeto a la corona de España. Su nombre se hizo sinónimo de riqueza erigido en la intendencia de Lima, bajo cuya jurisdicción quedó Chincha Alta.
URI: http://hdl.handle.net/20.500.14076/27376
Rights: info:eu-repo/semantics/restrictedAccess
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