Diseño y ejecución del pequeño sistema eléctrico de Andahuaylas

Abstract

La carencia de energía eléctrica retrasa el desarrollo socioeconómico de los pueblos; sin ella todas las actividades económicas no tienen posibilidades de incrementar significativamente los niveles de producción, productividad, empleo, ingresos y el aprovechamiento de sus recursos naturales existentes. Además, también limita las posibilidades de disponer los servicios adecuados de salud y educación. Todo ello, significa que aun cuando la energía no es suficiente para garantizar el desarrollo de la región o localidad, si es su principal catalizador. Durante las dos últimas décadas el Perú ha mantenido uno de los ritmos más bajos de electrificación a nivel sudamericano. De ser el cuarto país más electrificado, después de Argentina, Chile y Uruguay en 1970 se pasó a ocupar el último lugar en 1992, con un coeficiente poco mayor al 43 % y una tasa de incremento anual promedio inferior al 0,5%. La escasa electrificación alcanzó niveles extremos en las áreas rurales pues solamente 12 de cada 100 pobladores de las zonas aisladas y rurales tenían servicio eléctrico. La Dirección Ejecutiva de Proyectos del Ministerio de Energía y Minas ha asumido el compromiso de incrementar el índice de electrificación nacional brindando gradualmente a más pueblos y comunidades la posibilidad de acceder a la energía, elemento fundamental de bienestar y desarrollo. En los dos últimos años se ha realizado grandes esfuerzos por extender la frontera eléctrica; sin embargo, se estima que aún el 50% de la población carece del servicio. Este trabajo representa el esfuerzo que se viene desarrollando para lograr el objetivo trazado de llegar a un índice de electrificación nacional de 75% en el año 2000. Por otro lado, constituye una gran satisfacción personal y profesional el haber contribuido en esta gran cruzada de la lucha contra la pobreza, especialmente en una de las zonas más deprimidas de nuestro País.